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La energía biomagnética es nuestra fuerza de vida, tanto como lo es el aire, el agua y la luz del sol
Aunque en todos los casos hablaremos de fuerzas magnéticas y del equilibrio corporal, así como de la aplicación de las mismas sobre el cuerpo humano, sus conceptos y fundamentos varían considerablemente entre Biomagnetismo, Medicina Par Biomagnético y Medicina Energética. En este artículo intentaremos explicar los fundamentos y particularidades de cada uno de ellos.
¿Qué es el Biomagnetismo?
EL BIOMAGNETISMO es la rama de la biofísica que estudia el efecto de los campos magnéticos en los organismos vivos.
Lo primero que hay que entender es que cuando un campo magnético actúa sobre nuestro organismo, lo está́ haciendo sobre un conjunto de sustancias, entre las que el agua es mayoría absoluta y macroscópicamente el agua es diamagnética, parece inasible al efecto de un imán. Pero a nivel del equilibrio entre las «fases» que componen el agua pura, (H2O , H2O2 y H2O3) debemos entender que este equilibrio es complejo y continuamente una proporción de moléculas de agua están desintegrándose e integrándose continuamente, y la relación entre el número de moléculas disociadas y las moléculas inafectadas, nos dan una medida del grado de acidez o basicidad de la misma. Es decir, el agua es un punto de equilibrio metaestable, límite entre la acidez y la alcalinidad entre iones compuestos de oxígeno e hidrógeno.
Ahora sabemos que el metabolismo celular desequilibra continuamente el pH local y esto nos convierte en una pila viviente, y la descarga de la pila mediante corrientes bioelectricas se llama vida. “Así hay que entender el biomagnetismo, como la herramienta esencial que actúa sobre lo esencial de la vida” (Dr. A. Madroñero de la Cal). Por ello, nos dice Richard Feynman (premio Nobel en 1965) “Ahora nos damos cuenta de que el fenómeno de las interacciones bioquímicas y finalmente la vida misma tiene que ser entendidas en términos de electromagnetismo”
Los efectos generales de las fuerzas magnéticas al actuar sobre el organismo son diversos:
- Producen aumento de la temperatura donde son aplicadas, con la consiguiente mejora del metabolismo celular local.
- En la sangre, evitan el apilamiento de los hematíes, fluidificando la misma y facilitando así la actividad del corazón. Mejoran la actividad de la hemoglobina y la oxigenación celular, mientras que el calcio y los depósitos de colesterol disminuyen.
- Son notables sus efectos sobre el envejecimiento, revitalizando todos los órganos internos, mejorando la circulación capilar y aumentando así el brillo de la piel. Estimula la secreción hormonal, aliviando los síntomas por la hipofunción de las mismas.
- Activa la circulación sanguínea y linfática consiguiendo aumentar la llegada de nutrientes a las células y mejorando el metabolismo general.
- Las ondas magnéticas aumentan la salud en general y promueve el crecimiento y multiplicación de las células, rejuveneciendo los tejidos corporales susceptibles.
- Las fuerzas magnéticas poseen muy interesantes efectos curativos en dolores, rigideces, calcificaciones y problemas articulares, eczemas, asma, en la cicatrización de heridas y en la resolución de fracturas.
El tratamiento magnético tiene el poder de excitar todos los sistemas corporales por lo que es siempre recomendable para mejorar el estado de salud. Además, con la particularidad de carecer de efectos iatrogénicos; es decir, las fuerzas magnéticas de mediana intensidad, usadas en el biomagnetismo no nos pueden hacer daño.
Biomagnetismo: magnetocinética, polo magnético negativo y polo magnético positivo
Magnetocinética
La Magnetocinética estudia el efecto de las fuerzas magnéticas sobre la velocidad de las reacciones químicas orgánicas. Si el gradiente del campo magnético es positivo las reacciones resultarán aceleradas, mientras que si es negativo se enlentecerán. Esta es la razón de porque el polo negativo es calmante y el positivo estimulador.
Polo magnético negativo
El polo magnético negativo, enfría, calma y relaja. Inhibe los procesos infecciosos e inflamatorios. Produce un efecto alcalinizante gracias a que aumenta la concentración de oxigeno celular. Además, calma el dolor, disuelve la grasa, induce al sueño, regula el pH, etc.
El polo negativo pone en marcha los mecanismos de recuperación, especialmente del sistema inmunológico y las defensas corporales.
Polo magnético positivo
El polo magnético positivo calienta, activa, energetiza. Es dinamizador de los procesos biológicos. Produce un efecto acido, disminuyendo el oxígeno de los tejidos. Acelera la síntesis proteica y la regeneración de los tejidos óseos, por lo que resulta muy útil para acelerar la consolidación de fracturas y del “callo óseo”, ayudando a la resolución de las mismas, especialmente en personas mayores.
El polo positivo puede estimular a un órgano débil permitiendo su recuperación y llevándolo a una situación de estabilidad. Puede hablarse de un estimulador de la energía vital. Puede ser muy útil en calmar el dolor de neuropatías y en anquilosamientos articulares.
Tratamiento Magnético Focal (TMF)
La aplicación simultanea de los polos magnéticos negativo y positivo, lo que llamamos Tratamiento Magnético Focal (TMF) pueden aunar las ventajas de ambos polos, permitiendo que la zona tratada alcance la normalidad más rápidamente. Esto lo consigue mediante varios importantes efectos:
- Aumenta ligeramente la temperatura de la zona
- Mejora la microcirculación
- Evita el apilamiento de los hematíes
- Aumenta la oxigenación tisular
- Activa la producción de los “factores de crecimiento”
¿Qué es el Par Biomagnético?
EL PAR BIOMAGNÉTICO es definido por su descubridor el Dr. Goiz Duran en 1988 como el “conjunto de cargas que identifican una patología y que está constituido por dos cargas principales de polaridad opuesta que se forman a expensas de la alteración fundamental del pH de los órganos que la soportan y que están en resonancia vibracional y energética”.
Para entender este concepto deberemos explicar previamente algunos otros y especialmente el concepto del NEN y de los polos biomagnéticos del Dr. Richard Broeringmeyer.
En el cuerpo humano se consideran que coexisten aproximadamente unos 100 billones de células y unos 1.000 billones de microorganismos que resultan simbióticos, es decir que no nos hacen daño y podemos vivir gracias a ellos. Unos diez microorganismos por cada célula corporal. Todos ellos y todas las reacciones químicas que se producen continuamente en el organismo, deberán realizarse en lo que denominamos un Nivel Energético Neutro (NEN), o lo que es lo mismo, en condiciones de normalidad energética que, por ejemplo, a nivel de la temperatura deberá ser entre 36,5 y 37,5 ºC, o a nivel del pH deberá ser de 7,0 a nivel intracelular o de 7,4 a nivel extracelular y sanguíneo. Cuando se alteran estas condiciones energéticas se alterarán también la flora microbiana que vive ahí.
Como decía el Prof. Claude Bernard, autor de la teoría etiológica del terreno, es éste el que condicionará los microbios que viven en él. Es el mismo autor el que empieza a asociar las distorsiones del pH orgánico con la existencia de microorganismos patógenos causantes de enfermedades.
Fue el Dr. Richard Broeringmeyer el primero que empezó a aconsejar el tratamiento de estas distorsiones del NEN mediante la aplicación de fuerzas magnéticas, que deberían ser de polaridad opuesta a la del polo biomagnético encontrado en la exploración del organismo enfermo. Asociando estas variaciones del NEN a la existencia de bacterias o de virus patógenos según variara el NEN hacia la alcalinidad o hacia la acidez respectivamente. Los tratamientos propuestos eran de duración y frecuencia variable hasta que se conseguía la neutralización de dicho polo biomagnético y la recuperación del NEN.
En 1988, el Dr. Goiz Duran, alumno del Dr. Broeringmeyer, encontró que los polos biomagnéticos que encontraba en la exploración siempre se acompañaban de otro polo igual, pero de signo contrario. Era la manifestación de la dualidad. Es decir, para este autor, la existencia de estos polos venia dada por la concentración de hidrogeniones (H+) y del pH de la zona; en el caso de muchos hidrogeniones tendríamos un polo ácido y en el caso de pocos hidrogeniones tendríamos un polo alcalino. Pero en todas las soluciones acuosas, y el cuerpo humano es una solución acuosa, el número de hidrogeniones vendrá dado por la disociación de la molécula de agua: H20 🡪 (H+) + (OH -)
Esto quiere decir que si en algún lugar tenemos “x” hidrogeniones (H+) en algún otro lugar deberemos tener “x” oxidrilos (OH-). Por lo que los polos biomagnéticos encontrados en el organismo siempre deberán estar hermanados con el mismo número de cargas elementales en uno y en el otro, aunque de polaridad opuesta. Debido a esta hipótesis, empezó a aconsejar el tratamiento de los mismos de forma dual y con imanes del mismo signo que el polo encontrado, con el objetivo, según el mismo autor, de enfrentar las cargas y así poder neutralizarlas.
El tratamiento así propuesto conseguía reducir notoriamente el número de sesiones necesarias para la corrección del NEN y aceleraba la recuperación del paciente en una mayoría de casos. Ahora ya si podemos entender la definición del mismo como el conjunto de cargas que identifican una patología y que está constituido por dos cargas principales de polaridad opuesta que se forman a expensas de la alteración fundamental del pH de los órganos que la soportan y que están en resonancia vibracional y energética”.
El mismo autor descubre un enorme número de pares biomagnéticos, más de 300, que nos sirven para tratar todas las patologías que presentan los pacientes.
Se considera que cuando se altera las condiciones del NEN de alguna parte del cuerpo, se alteran también los microorganismos que habitan en él y que ya no son simbióticos con nosotros, sino que son microorganismos patógenos. Bacterias y parásitos en los polos biomagnéticos alcalinos. Virus y hongos en el caso de los polos biomagnéticos ácidos. Cuando se impactan y neutralizan dichos polos, enfrentándolos entre sí con imanes de 1.000 a 10.000 gauss, el NEN se recupera y los microorganismos patógenos desaparecen, con la consiguiente curación del enfermo.
La medicina energética o energética vibracional
LA MEDICINA ENERGÉTICA O LA ENERGÉTICA VIBRACIONAL es un concepto que surge a partir de dos descubrimientos muy importantes realizados durante los tratamientos con el par biomagnético como son la Bioenergética y la Teleenergética, o, lo que es lo mismo, el diagnóstico y tratamiento por el esfuerzo mental y la intención, y la aplicación de estos conceptos en pacientes no presenciales.
El mismo Dr. Goiz Durán nos dice: “Las consecuencias inmediatas tanto del rastreo mental en pacientes tratados directamente en el consultorio, como las detecciones e inducciones bioenergéticas a distancia, trajeron de inmediato resultados que rompían con todos los paradigmas clínicos curativos ortodoxos, inclusive con el Biomagnetismo Médico o Medicinal”.
A partir de este momento todas las hipótesis para explicar las curaciones que se producían en nuestros pacientes a través de los conceptos del polo biomagnético de Richard Broeringmeyer o del par biomagnético de Goiz Duran no eran aplicables y debemos empezar a estudiar otras posibilidades.
Los diagnósticos y tratamientos que realizamos, ya sin la colocación de imanes, no pueden explicarse por los efectos de la ley universal de cargas de atracción o repulsión de hidrogeniones u oxidrilos mediante nuestros imanes de más de 1000 gauss.
La Tele-energética o curaciones a distancia, con excelentes resultados frecuentemente, nos introducen de lleno en la física cuántica, el poder de la intención y las facultades ocultas y sobrenaturales del hombre.
Decía Nicolás Tesla que si queríamos entender el mundo que nos rodeaba y a nosotros mismos empezáramos a hablar de energía, frecuencia y vibración. Es por ello que nos parece adecuado empezar a hablar de MEDICINA ENERGETICA o Energética Vibracional para referirnos a esta nueva medicina.
No nos cabe duda ya que “la ENERGETICA MEDICA es la medicina del futuro y el futuro de la medicina”
En esta nueva medicina debemos empezar a considerar el “poder de la Intención”, el Amor, y muchas de las facultades superiores del hombre que aún están por descubrirse. Pero podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que somos mucho más que un simple saco de huesos.
Desde Medicina Par Biomagnético invitamos a todos a profundizar en los conceptos y realidades de esta nueva medicina que, sin duda, os apasionará. Descubre nuestro curso de biomagnetismo presencial y adéntrate en el conocimiento de una nueva medicina.