Terapia con imanes
¿En qué consiste la terapia con imanes?
La terapia con imanes intenta, mediante la aplicación de campos magnéticos terapéuticos, la normalización del Nivel Energético Neutro (NEN) de las zonas afectadas. Recordemos que el NEN es el estado energético en el que se realizan todas las reacciones orgánicas con normalidad y equivale al estado de salud de dicha zona.
En el caso del Biomagnetismo sabemos que los polos biomagnéticos producen efectos diferentes cada uno de ellos, lo que se explicó anteriormente cuando hablamos de los imanes utilizados en las terapias biomagnéticas. Así recordemos como:
El imán positivo o rojo calienta, activa y energetiza. Es dinamizador de los procesos biológicos. Acelera la regeneración de los tejidos óseos, lo que adquiere una gran importancia en la resolución de fracturas y en la fisiología ósea. El polo positivo puede estimular un órgano débil permitiendo su recuperación y llevándolo a una situación de estabilidad. Puede ser muy útil en calmar el dolor de neuropatías y en anquilosamientos articulares. Puede hablarse de un estimulador de la energía vital.
El imán negativo o negro pone en marcha los mecanismos de recuperación, especialmente, el sistema inmunológico y las defensas corporales. El Polo Negativo, enfría, calma y relaja. Inhibe los procesos infecciosos e inflamatorios. Produce un efecto alcalinizante gracias a que aumenta la concentración de oxígeno celular; además calma el dolor, disuelve la grasa, induce al sueño, regula el pH, etc.
Por lo que usaremos uno u otro polo magnético según su indicación y objetivos a conseguir.
La aplicación de los mismos podrá ser desde unos minutos cada día o semana hasta tener que usarlos continuamente durante días, semanas o meses como ocurre con la aplicación del Par María.
Terapia con imanes para el tratamiento de microbios
En el caso del Par Biomagnético esto se consigue mediante la aplicación de fuerzas magnéticas opuestas en sitios específicos para cada patógeno o disfunción orgánica.
Generalmente la normalización del NEN de dichas zonas alteradas se consigue en pocas sesiones y suele ser suficiente para conseguir la mejoría o curación del paciente en un gran número de casos.
En el cuerpo humano existen aproximadamente unos 100 billones de células y unos 1000 billones de microorganismos, principalmente bacterias, que viven de forma simbiótica con nosotros y no solo no nos hacen daño, sino que vivimos gracias a esta flora bacteriana propia de cada individuo. Se caracteriza por vivir en este Nivel Energético Neutro ya antes explicado.
Cuando se altera el NEN se alterarán al mismo tiempo los microorganismos que habitan en este estado alterado. Estos nuevos microbios (virus, hongos, bacterias o parásitos) son seres vivos que comen, digieren y excretan residuos a los que no estamos acostumbrados y que constituyen las toxinas que posteriormente afectarán al cuerpo ya sea localmente o sistémicamente.
Cuando normalizamos la zona alterada desaparecerán los organismos patógenos y se restituye la microbiota normal de dicha zona. Pero las toxinas secretadas por estos microbios tendrán que ser eliminadas por el paciente poco a poco lo que conlleva la mejoría y la curación del paciente en la mayoría de los casos.
La eliminación de estas toxinas gracias a la terapia con imanes generalmente es rápida pero otras veces no, dependiendo del microbio en cuestión, la afectación causada y el estado del paciente
¿Qué opinan nuestros alumnos del curso?
Cientos de alumnos han participado y participan diariamente en nuestros cursos tanto presenciales como de forma online y en esta sección, les damos voz. ¡Que sean ellos los que te lo cuenten!
Si necesitas ayuda, puedes contar con nosotros. Puedes contactar con nosotros rellenando el siguiente formulario o utilizar cualquiera de los métodos alternativos: