En el Cuerpo humano tenemos aproximadamente unos 100 billones de células y unos 1000 billones de microorganismos, mayoritariamente bacterias, que viven de manera simbiótica con nosotros; es decir vivimos bien con ellos y gracias a ellos. Toda esta fauna, propia de cada individuo, vive en unas condiciones energéticas normales muy precisas que denominaremos Nivel Energético Neutro (NEN).
Cuando se alteran estas condiciones energéticas normales o NEN, en alguna zona corporal, se alterará igualmente la fauna que habita en ella, ya que es el terreno el que condiciona los habitantes del mismo. Estos nuevos microorganismos, no serán los normales para dicha zona y serán seres vivos que, como todos, se alimentan, digieren, y, por expresarlo de alguna manera, deberán también mear y cagar; es decir, expulsar los residuos de dicha digestión. Estas excreciones de dichos microorganismos “no normales” será lo que denominaremos “exudados”, en el Par Biomagnético.
En la zona corporal donde se concentren estos exudados, se podrá alterar la fisiología normal de esta zona y producirse los síntomas característicos e indicativos de una enfermedad. Generalmente la concentración de estos exudados será próxima a donde han sido producidos, pero otras veces podrán migrar a áreas lejanas, generalmente por vía sanguínea o linfática y producir las alteraciones y la sintomatología en zonas muy distantes de donde se han generado.
Las toxinas bacterianas serán exudados alcalinos y provocarán la expansión y la dilatación de la materia, produciendo inflamación y dolor. También podrán generarnos hernias y abscesos.
Los virus no poseen metabolismo propio, pero si pueden alterar el propio de las células que los hospedan, produciéndose así exudados ácidos que provocaran sequedad, retracción, acortamiento de la materia y muchas menos secreciones y exudados que las toxinas provenientes de infecciones bacterianas.
Los hongos producen toxinas propias y, con frecuencia, muy agresivas y que nos podrán originar lesiones típicas en piel o en otros órganos o sistemas, pero siempre características de los mismos.
Los parásitos producirán lesiones muy particulares de los mismos y en cualquier localización dependiendo de la idiosincrasia del mismo parásito.
Estas excreciones de los microorganismos patógenos, no normales, es lo que denominamos “Exudados” en el Par Biomagnético. Generalmente son eliminados con rapidez una vez tratados los pares biomagnéticos responsables de su producción. Pero otras veces pueden requerir de algún tiempo o se eliminan más lentamente ya sea por su localización o por circunstancias particulares del paciente, como la edad o el estado general.
A veces para la eliminación de estos “Exudados” puede ser conveniente que se repita el tratamiento en el domicilio particular durante algún tiempo según las indicaciones que le dará el terapeuta del Par Biomagnético.
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